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El
retrato femenino
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Este video sobre el que
se centra esta semana nuestro rincón nos ofrece un recorrido histórico de
la evolución del retrato femenino a través de los diferentes estilos y las
diferentes épocas, antiguo y moderno, clásico y contemporáneo… Ya que este
documento habla por si solo, no voy a dedicar ningún esfuerzo en hacer una
introducción desde el punto de vista del arte que recoge, más bien me voy
a
centrar en lo que me ha
inspirado al verlo. |
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Haz click sobre la imagen dos veces
para ver un video sobre el retrato femenino |
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Cuando vemos como el
retrato va cambiando de la forma en la que está montado el video,
magníficamente desde mi
punto de vista, da la impresión de que es el mismo retrato, que es la
misma
modelo la que ha posado
para todos los artistas, y como es lógico, nada más lejos de la realidad.
¿Por qué hago este
comentario? Porque me ha llevado a hacer una reflexión sobre la
relatividad
de nuestras
percepciones y de cómo estas influyen en nuestros sentimientos y
actitudes. |
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Me
explico: la manipulación que hace el video de nuestra percepción nos puede
llevar a pensar que estamos ante el mismo retrato, y ¡cuanto estaríamos
apartados de la realidad si realmente nos lo creyésemos!. En este ejemplo
es fácil no “caer en la trampa” ya que conocemos la mayoría de las obras
que aparecen, pero si se lo mostramos a un niño, lo he probado con mi
hijo, su realidad es que es el mismo retrato que ha sido pintado por
diferentes artistas.
Cuando nos enfrentemos a una situación en nuestra vida cotidiana en la
cual haya discrepancias de opinión o de interpretación,
deberíamos siempre
hacer una pequeña reflexión sobre la posibilidad de que esta situación a
la que me refiero pueda verse también desde otro punto de vista, y desde
una verdad al mismo tiempo tan real como la nuestra y a la vez tan alejada
de ella. Estas diferencias pueden tener su origen simplemente en una
diferente percepción de la misma realidad, como sería el caso de nuestra
percepción del video y la de un niño. |
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El ser
consciente de esta relatividad de la verdad, nos lleva a estar más abiertos a
escuchar al otro y a intentar ponernos en sus zapatos y a intentar
aproximarnos al conflicto desde los dos puntos de vista:
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desde el nuestro y
desde el suyo, y siempre teniendo en cuenta que también estará el de la
verdad como tal, que seguro que no será ninguna de las dos posiciones
anteriores.
No
olvidemos la influencia de las percepciones, y de la influencia de estas
sobre nuestros sentimientos, lo que hace aún más compleja una valoración
objetiva (Angeles,
en este cuento “nada es lo que parece)
¿A
qué me lleva todo esto?, creo que a algo tan evidente como al concepto de
la tolerancia, a hacernos pensar en cada conflicto, en cada discrepancia,
en cada firme posición inamovible que adoptamos, a la idea de que la
verdad es relativa y que tenemos que abrir nuestro corazón tanto como
nuestros oídos para intentar comprender la posición que no es la nuestra,
quizás sea en esos momentos cuando más deberíamos poner en práctica
nuestra empatía.
LH 2007 |
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